Percepción
Dicen que la percepción y la observación son dos conceptos separados, que el ojo que observa es más fuerte y el ojo que percibe es más débil.
El reino de la percepción abre sus puertas para que nosotros podamos ver su mundo y así pueda modificar el nuestro. La realidad es la misma para todos aunque cada ser humano tiene su propia forma de percibirla y por ello según la vida que hayamos tenido, las experiencias que hayamos vivido, la fuerza de nuestros miedos o el poder de nuestra auto-estima sin olvidar el estado de ánimo desarrollaremos nuestra particular manera de ver el mundo que nos rodea. Por eso la percepción de lo que nos acontece siempre estará condicionada por nuestra mirada particular.
¿Nos perdemos entre todo lo que sucede?
Cuando nos sentimos más vulnerables, menos fuertes y más sensibles todo lo que sucede nos afecta en mayor medida, en estas ocasiones los miedos afloran y nosotros caemos en la tentación de convertirnos en sus seguidores. Necesitamos anteponernos a aquello que vaya a suceder, pensar en lo peor, estar preparados para cualquier cosa, no olvidemos que el cerebro humano está más preparado para instalarse en lo menos positivo de la vida ( mecanismo de defensa ). Nuestro pasado está impreso en cada una de nuestras células y de un modo u otro nos condiciona y nos dirige. Aprendemos de aquello que vivimos y por ello lo que hemos vivido no desaparece de nuestra mente (por lo menos no del todo). Es fundamental ser conscientes de que somos subjetivos con nuestra percepción del mundo.
Saca la basura de vez en cuando.
La basura es todo aquello que te distrae de lo que verdaderamente importa.
Siempre hay diversas maneras de interpretar la realidad y todas ellas dependen de nosotros mismos y de cómo nos contemos la historia, conocer nuestros puntos flacos, descubrir nuestros miedos, aprender a discernir entre el ego y nuestro verdadero yo, encontrar la poca objetividad que existe en nosotros para aprender a ver las cosas de la mejor manera posible.
No podemos controlar todo aquello que nos sucede ni lo que dejamos de vivir pero si podemos cambiar nuestra forma de sentirlas, de interpretarlas o simplemente de comprender-las, que nuestra mente esté acunada por pensamientos optimistas o pesimistas depende solo de nosotros, podemos entregarnos al dolor o al sufrimiento o ver la vida como un regalo maravilloso…. nosotros decidimos.
Tú decides!!